El crítico criticado


El encargado de hacer la crítica de hoy no voy a ser yo. El responsable de exponer su punto de vista e intentar poner los puntos sobre las íes es un gran amigo mío y también buen conocedor de la televisión -tanto por dentro como por fuera-, Víctor Castañón, quien va a tratar el fabuloso mundo de Ferran Monegal y su visión de la programación desde su programa en Barcelona Televisión (BTV) llamado 'Telemonegal'. Sin más dilación, os dejo con este nuevo 'colaborador'.


El crítico criticado

Autor: Víctor Castañón

En esta ocasión rizaremos el rizo y vamos a hacer crítica de quién critica la tele. Este no es otro que Ferran Monegal. Crítico de televisión en El Periódico de Catalunya desde 1993, se ha hecho más conocido desde que presenta 'Telemonegal', un programa de crítica de televisión que se emite semanalmente por Barcelona Televisió (BTV) y por la red de televisiones locales de Cataluña. Y parece ser que la fama que le han dado siete temporadas de su programa le ha subido bastante a la cabeza ya que la mesa del plató se ha convertido, más bien, en un púlpito. Perdón, en SU púlpito y el plató en SU parroquia.

No olvidemos que lo que dice un crítico, sea de televisión, de teatro, de cine o literario, es simplemente una opinión personal. Se supone que fundamentada, técnicamente, pero no siempre tiene por qué ser así. No sabemos si desconocía los efectos que puede tener un programa de televisión o lo ha hecho a conciencia, pero llevar sus columnas de El Periódico a la pantalla televisiva le ha llevado a hacer creer al público que su opinión es dogma de fe, que es lo periodísticamente correcto, y que lo que no gusta a Monegal viola los códigos deontológicos de los periodistas.

Para los que no lo conozcan voy a dar cuatro pinceladas de cómo se estructura SU programa. Este está dividido en dos partes: Los primeros cuarenta minutos los dedica a repasar lo que ha ocurrido en la tele durante la última semana. Nos presenta los cortes que él decide que son comentables porque no le han gustado y ahí lanza su crítica. Algunas veces coincide con la mía, otras creo que lo hace por el simple hecho de criticar sin fundamentar bien su crítica. Además de poner motes a aquellos personajes que no le gustan para ridiculizarlos: Patricia Gaztañaga es la 'enemiga pública número uno', Mercedes Milá es la 'reina de la ratomaquia', Ana Rosa Quintana es 'Esenciales Ana Rosa', Pedro Piqueras es 'Chucky Piqueras' y un largo etcétera. Parece como si sus críticas carecen de suficiente consistencia que se tiene que apoyar en el ridículo de los apodos para dar fuerza a su crítica, o que tenga que recurrir a esto para hacer más llamativos sus textos (ojo, no busquéis un paralelismo con Andrés Montes, ya que el desaparecido periodista deportivo siempre lo hacía desde el cariño y el respeto a aquellos jugadores que admiraba).

Además de esto, siempre critica las mismas cosas: que en España Directo van a buscar a gente con obesidad mórbida y que los cámaras lo enseñan todo por el morbo, los informativos de Telecinco que se pasan el 90 por ciento del tiempo hablando de noticias impacto, y criticando aquellos que hacen lo que él denomina guerra de trincheras: presentadores de La Sexta y Cuatro peleándose entre ellos para servir a sus grupos empresariales (Mediapro y Prisa, respectivamente) o aquellos que critican a los que están por debajo suyo y no los que están por encima.

Llevo unos tres años viendo Telemonegal y aún estoy esperando que haga una crítica a Barcelona Televisió o a alguno de sus directivos. Y lo mismo hace en su columna de El Periódico donde defiende, no a capa y espada, al Grupo Zeta y a la familia Asensio, propietaria de este grupo. ¿Hipocresía? Él se escuda diciendo que sus críticas van dirigidas a los canales que ve más gente, los que llegan a más población, pero últimamente está sacando bastantes imágenes de Intereconomía TV, que no es precisamente un canal de grandes masas (en la misma situación se encuentra cuando habla de TeleMadrid, independientemente de las cuestiones ideológicas que cada uno pueda tener). Sí, sí que es hipocresía.

La otra mitad del programa se trata de una entrevista, preferentemente a gente del mundo de la televisión y a nivel nacional. También ha invitado a personajes no relacionados con la televisión pero el tema de la entrevista sí que lo era. Los sienta en una silla y siempre empieza diciendo que hará como el perro del pastor, que muerde pero sin encarnizarse, para que la oveja rectifique su actitud. Ante el invitado intenta hacer un despliegue de su opinión para intentar hacer ver al invitado actitudes que, al parecer de Monegal, no son las correctas. Y casi siempre ocurre lo mismo: Monegal intenta linchar al invitado y es el invitado el que acaba dejando en ridículo a Monegal, pues el invitado normalmente defiende su trabajo aunque al señor crítico le parezca lo más deleznable que haya hecho. Algunos invitados incluso se le han subido demasiado a la chepa y le han acusado de ser tendencioso con sus opiniones y de influir en la capacidad de opinión del público.

Y es este es el 'kit' de toda la cuestión: uno de los lemas de 'Telemonegal' es hacer ver claro a la gente, abrir la capacidad crítica de la gente cuando lo que en realidad hace es hacer pensar a la gente de la misma manera que él.

Para todos aquellos que no lo hayan visto y estén interesado en ver el programa, aquí tenéis un link:

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