Decidido, voy a montar un granja


Hace una semana Cuatro volvió a la carga con el objetivo de volver a hacer felices a un grupo de granjeros ya que estrenó la segunda edición de uno de sus programas estrella, 'Granjero busca esposa'. No obstante, esta edición presentó una importante novedad y es que entre los granjeros desafortunados en las cuestiones del amor se encontraba una joven fémina que, por cierto, está de buen ver. Y vosotros os preguntareis: "pues si del estreno ya hace una semana, ¿porque Óscar escribe ahora?". Muy fácil, porque quería confirmar si en el segundo programa se continuaba con la imagen dada en el primero en el que se podría catalogar un nuevo punto de vista televisivo, el 'neomachismo', y decidir si valía la pena montar un granja para buscar a una mujer que me ayude en mis quehaceres diarios.


La segunda edición del formato de Grundy ha regresado para ofrecer a los espectadores la misma dosis de emoción que la temporada pasada. Y es que, en aquella ocasión, El amor triunfó, y el granjero Tito vio cumplido su sueño al casarse este verano con Raquel. Ahora, en la segunda temporada, los siete nuevos granjeros quieren seguir sus pasos: encontrar el amor de su vida. Una tarea nada fácil. La semana anterior tuvieron un primero proceso de selección y cada concursante conoció a diez candidatos a ocupar su corazón, su otro lado de la cama, su otra media naranja, los paquetes de pipas y palomitas mientras ven películas románticas, etcétera. Todo ello, por su puesto, antes de pasar a la convivencia que realmente comenzará para los espectadores la semana que viene (aunque el concurso ya lleva grabado desde hace más de tres meses, y lo sé de buena muy tinta). Eso sí, cada uno hizo una selección de cinco y ayer se quedó con las dos últimas que se disputarán su amor y se intentarán ganar la confianza y el respeto de sus padres, familiares y amigos.


Pero una extraña sensación se apoderó ya en el primer programa dirigido de nuevo por Luján Argüelles y que se confirmó ayer. Cuatro parece que logrado acuñar un nuevo término en la RAE, el neomachismo. Y es que mientras los hombres diez candidatos a ser elegidos por la granjera Natalia Villén parecía estar asentados plenamente, las sesenta mujeres que allí se encontraban dispuestas a pasar una vacaciones pagadas (no hay que olvidar el tema de los derechos de imagen) parecían lobas hambrientas, como si no hubieran catado hombre en su vida. Sorprende esto, sobre todo, es pleno siglo XXI en el que el tema de la igualdad de género se halla entre los tema a tratar por el Gobierno de este nuestro país (como decía Juan Cuesta en 'Aquí no hay quien viva' en relación a su comunidad). Tampoco tuvo desperdicio la sesión de ayer, donde la selección de cada uno rondaba sobre un determinado emplazamiento seleccionado por los guionistas a conciencia, aunque sobre salía una piscina para mostrar los cuerpos esculturales (viendo la tónica cualquier día en alguna de las granjas incitan a hacer Miss Camiseta Mojada).


Ante todo hay que señalar que después del éxito de la primera edición -en la que logró cosechar una audiencia media del 11,2 por ciento de share y 2.017.000 espectadores, datos que le convirtieron en una de las revelaciones de la temporada-, el interés despertado entre los granjeros españoles ha sido tal que el perfil de los escogidos se ha ampliado y diversificado. Como novedad, una granjera, la joven vizcaina Natalia Villén, lo que ha provocado que en esta segunda temporada haya hombres compitiendo por conquistar el amor en las granjas. Además, hay una pareja de gemelos, Pedro y Jesús Mateo, que se juntarán por tanto en su casa con cuatro mujeres. Los otros cuatro elegidos son Carlos Alcaide, Santiago Cadahia, Alberto Carmona y Luis Pomar, todos ellos veinteañeros en busca del amor. Y esto me asalta la segunda de mis dudas que probablemente no me deje dormir: ¿las jóvenes de 20 años presentes saben lo que es el amor y una granja? o por el contrario ¿sólo buscan el salir en televisión -o en Interviu- para ser reconocidas cuando vayan a comprar el pan en la panadería de su barrio, además de ganar algún dinero extra? Esto habrá que verlo poco a poco, aunque me consta de primera mano que una de las parejas todavía perdura, así que igual cupido en esta ocasión ha realizado bien su tarea.


Por suerte, poco a poco, los programas que van explotando a este tipo de personajes ficticios derribados de la telerealidad van desapareciendo, por lo que seguramente caerán en el olvido y volverán de inmediato a su realidad. También digo una cosa, espero que descubran realmente que el campo no es un lugar de vacaciones y que es realmente necesario trabajar (incluso los siete días de la semana) para poder sacar todo adelante y que las deudas derivabas de la explotación no se te coman vivo.


En total, siete participantes con una misma intención. Luján será nuevamente la maestra de ceremonias y volverá a acercarse a cada una de las historias de amor que vayan surgiendo. Su complicidad con los concursantes hará que cada uno de ellos abra sus sentimientos y se confiese. Pero Luján no sólo se involucrará en la vida de los granjeros y la granjera, también lo hará con las mujeres y hombres candidatos, con quienes actuará de cómplice y confidente. La verdad es que el concurso promete de verdad por lo que ya podéis dejar de hacer quinielas sobre la Champions o la Liga empezar a aportar sobre qué parejas triunfarán. Por cierto, viendo como está el tema yo ya he tomado una decisión: en un año es probable que monte una granja para presentarme a la tercera edición, igual hasta me sale más barato que salir a ligar casi cada fin de semana.

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